«El jugador argentino tiene un alto nivel de compromiso»
Sergio Hernández, entrenador de la Selección Argentina, habló de temas referentes a la preparación de los jugadores, la relación entrenador-jugador, los líderes en los grupos, los jóvenes en la Selección Argentina, el trabajo en formativas y su experiencia en el Juego de las Estrellas.
La preparación de los jugadores
«La preparación y el cuidado de los jugadores depende mucho de la estructura en donde se desarrollan. Por eso es importante que los jugadores, cuando son jóvenes inviertan en sí mismos. El jugador no puede esperar que el club o el entrenador le den todo, tiene que buscar su propia disciplina”.
“La competencia en categorías formativas está sobrevalorada, no van a ser mejores por jugar más minutos. El día a día en los jóvenes es más importante que la competencia en sí. Es más importante entrenar con Leo Gutiérrez o Paolo Quinteros todos los días que jugar muchos partidos y no tener tiempo para trabajar las cosas que se hacen mal. Cuando se sobrecarga de competencia a un joven se le quita tiempo de trabajo, y lo que el jugador gana en el gimnasio, en el descanso, en la preparación física y técnica, no lo gana en la competencia. Es más, muchas veces en los partidos se adquieren malos hábitos y no tienen tiempo de mejorarlos. Por lo tanto sos más tendiente a reforzar malos hábitos que a cambiarlos».
El estudio y el básquet
«Hoy, la vorágine de las organizaciones que quieren mucha competencia hace que el jugador entrene poco, y además de eso queremos que los jugadores tomen conciencia que tienen que estudiar. El nivel terciario online te da la posibilidad de poder estudiar también, pero la mayoría de las veces no tienen tiempo de nada. Todo lo que sea capacitación es clave, aún pensando en sólo ser jugador de basquet. No alcanza solamente con saber de básquet y esto te ayuda para la vida futura, porque a los 40 años cuando viene el retiro el cambio es muy grande y tienen que estar preparados. Lo importante es prepararse para buscar la mejor versión de uno mismo”.
El jugador argentino
“El jugador argentino tiene el problema que las estructuras no le pueden mostrar lo que ha avanzado en el mundo el desarrollo deportivo. Cuesta darle al jugador en Argentina las condiciones necesarias para crecer. Cuando entrenamos con la Selección en Houston dentro del mundo NBA vimos eso. Acá hay que compartir la cancha con otras disciplinas, o pagar para ir al gimnasio, etc. Los clubes deben mejorar esas estructuras para que también el jugador pueda crecer”.
“El jugador argentino tiene un nivel de compromiso y entrega muy alto, los jóvenes y los más grandes. Tienen mucho carácter y capacidad intelectual para el deporte en conjunto muy elevada, con mucha generosidad. El deporte nacional muestra que cuando trabajamos a nivel colectivo se logran buenas cosas”.
Relación jugador-entrenador
“El jugador lo que pretende del entrenador es idoneidad y que lo ayude a ser mejor. Ya no vale más eso de ser amigo o no de los jugadores. Hoy el jugador le pide herramientas al DT para ser mejor adentro de la cancha y eso hace que exista una relación sana de jugador a entrenador. Además, nunca hay que olvidarse que se trabaja con personas y no con robots. Debe haber un trato humano y obviamente que por momentos se impone la jerarquía de mi rol pero todos somos importantes. A mí no me preocupa ser un buen armador de grupos sino un formador de equipos. Hoy el deporte exige ser un buen equipo, trabajar a nivel colectivo”.
“Del jugador me molestan las mismas cosas que de una persona. Aquel que no tiene como objetivo mejorar cada día, que venga a un entrenamiento a cumplir horario o conmigo. Yo quiero que vengan a trabajar por ellos mismos. Eso depende mucho de mi liderazgo también, pero los que no se comprometen con lo que hacen me molestan. No le doy importancia a los que salen enojados o patean cosas, salvo que sea todo un «quilombo» y ahí estaré haciendo algo mal yo. Por ejemplo, con Prigioni siempre tenía dos pelotas en mis manos porque él cuando salía algo mal pateaba la pelota entonces yo le daba otra. Cuando le daba la tercera le decía al oído que si lo hacía una vez más lo echaba. Son cosas que suceden para que salga algo mejor, si es mal educado esa es otra cosa. Si es por ser pasionales está todo bien”.
Los jugadores líderes
“En mi caso el capitán lo elijo yo y busco que guíe al grupo con ejemplos. Debe ser alguien que pueda liderar desde el optimismo, que tenga las mismas ideas que yo en cuanto a la búsqueda de la excelencia. Yo dejo que el líder actúe libremente. En realidad la cinta de capitán es más simbólica, pero son importantes los líderes. He tenido líderes como Luis Scola, Emanuel Ginóbili, Leo Gutiérrez o Byron Wilson que te llevan a lugares insospechados. Yo sin alguno de ellos no hubiera podido conseguir ni la mitad de las cosas que conseguí”.
Los jóvenes de la Selección Argentina
“No se puede saber hasta dónde podrán llegar los más jóvenes de la Selección Argentina y dependerá de los pasos que darán en sus carreras en los próximos años. Yo soy un convencido del trabajo día a día y es importante que busquen el techo más alto posible. El recorrido lo vienen haciendo bien, sólo me hubiera gustado que Nicolás Brussino vaya a Europa antes que a la NBA, aunque está en un muy buen lugar. Patricio Garino tiene la formación de una muy buena Universidad como George Washigton y hoy está en los Spurs por más esté en la D-League. Facundo Campazzo, Nicolás Laprovíttola y Marcos Delía están en la ACB en muy buenos lugares. Me gustaría que más jóvenes ya estuvieran haciendo ese recorrido y dar ese salto, porque el post grado que da la alta competencia internacional está a la vista que fue clave para el desarrollo. Ellos serán parte importante de nuestro equipo y hoy, más que resultados, buscamos una nueva identidad pero haciendo uso de la muy buena herencia dejada”.”.
Juego de las Estrellas
“Tengo los mejores recuerdos del Juego de las Estrellas. Uno de los primeros que vi fue con Martín Ipucha en el Superdomo de Mar del Plata como espectador desde arriba de todo. Después fui como asistente de Julio Lamas en Bahía Blanca y yo sentí que en ese momento fue como participar de la entrega de los Oscar. Nunca me sentí tan importante en un lugar como ese día. Era en mi ciudad, en mi primer año de Liga, me compré el mejor traje que me podía comprar en ese momento. Disfruté mucho también el de Carlos Paz, los del Polideportivo de Mar del Plata. Realmente los viví como momentos de fiesta y sentía el prestigio que te da el Juego. Yo amo el Juego de las Estrellas y es un evento de los mejores del país”.
Entrevista: Julián Olmedo para AdJ